EL MIEDO A ENFRENTAR LA VIDA
Entre
mis manos ya nunca podrás sentir el sufrimiento,
porque
habrás perdido el miedo a enfrentar la vida,
haré
gala a la tertulia donde nos damos amor,
sin
decir nada darle su orden impecable.
El
estar sedientos para entregarnos lo que sentimos,
hace
que las palabras broten con la demostración de gestos seguros,
para
hacer que vivamos sin hacer imposibles las explicaciones.
En la
garganta no pueden quedar las palabras,
para
hacer desprecio de la poesía que lleva dentro,
hay que
rescatar lo que sentimos de los fantasmas del alma,
para
que tenga su propia identidad.
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